viernes, 20 de septiembre de 2013

La luna y las estrellas flotando en el mar

Las fotografías de hoy son verdaderas “imágenes” de la realidad. Esta semana he capturado reflejos; lo que significa que presentaré imágenes de imágenes reflejadas en alguna parte de la realidad.
Esta serie de fotografías me han inspirado a realizar un escrito, el cual lo utilizaré como introducción...

La luna y las estrellas flotando en el mar

Sal de ahí, te invito a mi realidad. ¿No puedes salir? ¿Qué hay del otro lado? Veo que todo está al revés. Si tu derecha es mi izquierda, quizá tu mal es mi bien… Pero, ¿no estaré yo al revés? Veo que ahí todo está desordenado, pero quizá ese es tu orden, y el desorden está aquí. ¿Por qué no intercambiamos papeles?, tal vez ahí todo sea mejor, o tal vez mejor sea peor… ¿Qué hay en ese mundo en donde adentro es afuera y el mar es el cielo? Invítame a nadar en tu cielo y volar en tu mar, que aquí ya nadie se atreve a volar. Ven, acércate, ¿cuál es tu realidad? ¿Acaso puedes vivir en un mundo donde todo está al revés? Pero tal vez al revés es mejor, pero entonces, ¿qué es mejor? Quizá mi mundo es el que está al revés y los peces deberían volar… Sin embargo, es verdad, aquí ya nadie se atreve a volar…
Espera… aún no te vayas, quiero ver tu realidad. Alcanzo a ver un mundo en donde los árboles no caen, en donde no parece haber gravedad. Acércate y verás que aquí todo está fijo, nada se despega del suelo, nunca se ignora la gravedad. Pero quizá no deberías acercarte tanto, que para cuando reacciones, podrías estar más lejos de lo que esperabas.
Pero, ¿por qué aún no te has ido? Ya no te acerques más. Quédate en ese mundo en donde todo está al revés. Quédate, e invítame a entrar en ese exterior en el que nadie parece encerrarse. Invítame a ver la luna y las estrellas flotando en el mar.
Pero, ¿qué es lo que veo? Veo que ahí también oscurece. Pero, entonces no todo es al revés… Si tus días no son mis noches, quizá tu oscuridad no es mi luz. Pero, entonces, ¿quién está al revés? Tal vez tu mar no es el cielo y los peces no pueden volar. Y, entonces, ¿quién puede volar?
Quizá mi realidad es también tu realidad y nunca ignoraremos la gravedad. Sin embargo, ahí estás, mostrándome tu mundo, ¿cómo hacen esos peces para volar?
Pero si tu realidad es mi realidad, entonces, quizá aquí también se pueda ignorar la gravedad. Salgamos de aquí, invítame a tu realidad, que aquí ya nadie se atreve a volar.















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